La cara
La otra noche
por teléfono
te hablé de
los pies.
Pero la cara
es mucho más
sorprendente.
Será mía
toda mi vida
y te dirá
quién soy.
Con su boca
y ojos.
Expresará
desdén y
placer
con su nariz.
La nariz es
su sexo. Intenta
decidir si le gustás
o no ¡Le gustás!
Y ahora los ojos
pueden demostrarlo.
Los ojos se sienten avergonzados
han sido heridos
y temen poder
ser leídos pero
la cara tiene orgullo
y no va a cerrar
sus ojos no puede
ser tan obvia.
Que sólo espera.
La boca se desboca:
estás embromando
no puedo creerte! y se tuerce
hacia abajo.
La boca piensa
que sos genial. Ríe
y muestra dientes.
Le gustás a la boca.
La boca te ve
y sonríe. Pero los ojos
han sido heridos y
ahora se apartan
para que no se vean
las lágrimas. Esa humedad delatora.
La boca tiene palabras
tiene inmensas palabras
pero está aprendiendo
a no hablar todo
el tiempo
y sólo observar
un poco.
Y cuando lo
sepa, -¿cómo
podrá saberlo?-
escuchará
con las orejas.
Dejará de escuchar
y de pensar.
Escuchará a
un sinnúmero de
otras bocas.
La orejas son quizá
lo que más cerca está
del corazón como
la nariz
tiene sexo
y los ojos
tienen verdad.
La cara, es
tan buena. Es
como una enorme
lámpara humana
un globo de amor
y aún así es tan
capaz de
crueldad.
Traducción: Gabby De Cicco
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